Archivo mensual febrero 28, 2013

Parque Nacional Benito Juárez

Parque Nacional Benito Juárez

Como seguramente sabes, en los próximos días se celebra el natalicio de uno de los grandes héroes nacionales: Don Benito Juárez. ¿Pero sabías que hay un parque nacional con su nombre en nuestra ciudad?
El Parque Nacional Benito Juárez fue creado en 1937 por el presidente Lázaro Cárdenas. Partes de San Felipe del Agua, Donají, San Luis Beltrán y San Andrés Huayapam forman parte de él. Su pico más alto es el Cerro de San Felipe, del cual proviene el arroyo del mismo nombre que provee una buena parte del agua que consumimos.
Además, hay muchas especies de plantas y animales que viven en él como puerco espines, venados, jabalíes, coyotes y tuzas. Es también un lugar muy importante para varias aves migratorias que vienen de Estados Unidos, Canadá y el norte de México y aquí encuentran un lugar para descansar.
También podemos encontrar dalias, orquídeas y azucenas que desafortunadamente están en peligro de extinción ya que muchos las recogen para adornar. Pero los peligros más grandes son los incendios y la deforestación para construir más casas.
La conservación de este Parque es muy importante, no sólo para conservar la biodiversidad que en ella se encuentra, sino también para que podamos seguir contando con agua limpia para tomar y aire fresco para respirar.
Te invitamos a visitar, disfrutar y cuidar de la belleza de este Parque Nacional tan cerca de nuestra ciudad.

La ciudad como sujeto de inversión

La ciudad como sujeto de inversión
El espacio público construido

Muchas veces en este espacio hemos mencionado la necesidad de comprender que la ciudad de Oaxaca es un conglomerado urbano que se extiende sobre el territorio de los Valles Centrales a lo largo de muchos kilómetros cuadrados. Hemos tratado de sensibilizar a los lectores sobre la necesidad de diversificar planes e inversiones a fin de que todos los sectores de la ciudad eleven su calidad de vida.

Se han hecho críticas sobre la excesiva atención que reciben lugares como el Centro Histórico en relación al abandono en el cual han estado históricamente muchas colonias y barrios que igual forman parte de la ciudad. Colonias que, por cierto, no dejan de aparecer en condiciones cada vez más complicadas en territorios más y más difíciles, donde será muy complejo llevar algún estado de bienestar.

Pero lo cierto es que esto no implica que se proponga el abandono del Centro Histórico de la ciudad a su suerte. Todo lo contrario. De lo que se trata es de crear un espacio urbano más justo y equilibrado donde todos seamos sujetos de interés y donde la ciudad pueda ser transformada para que esto suceda de manera normal y cotidiana.

De entre todas las cosas que resulta indispensable transformar, debemos poner especial atención a los lugares destinados a la convivencia diaria de las personas. Estos espacios públicos donde los habitantes de una ciudad se encuentran unos a otros y se enfrentan al cotidiano de manera colectiva.

Sin embargo, lo que ha venido sucediendo en los últimos tiempos es que estos lugares han sido olvidados en los planes de gobiernos de todo tipo. En el caso de las áreas verdes, por ejemplo, es común ver que la ciudad se extienda en todas direcciones y que estos espacios tan importantes para la convivencia y el buen desarrollo de los infantes no aparecen por ningún lado.

Según el INEGI, en todo el estado de Oaxaca existen apenas 50 parques infantiles. Y en cuanto a simples áreas infantiles, prácticamente ningún municipio o barrio cumple con la recomendación internacional que hace las Naciones Unidas de 10m2 por habitante.

La actividad física en ciudades tan pavimentadas y a veces monótonas como las que habitamos, debe ser un ingrediente cotidiano, sobre todo en las etapas de desarrollo infantil, cuando se construyen buena parte de los hábitos futuros de las personas.

No basta con la construcción de uno o dos grandes centros deportivos en la ciudad; para muchas personas moverse desde su lugar de origen hacia estos lugares es un problema. Ya sea por tiempo o dinero –no olvidemos el costo real de moverse en la ciudad para una familia– les puede resultar extremadamente complicado cambiarse de lado de la ciudad, para realizar alguna actividad física.

Lo sensato sería retomar el espacio verde público como un lugar de inicio de la transformación del espacio urbano, como lo fue por largo tiempo en tantas ciudades incluidas las mexicanas. Empezar a dar un giro a las inversiones de los gobiernos que no se recatan a la hora de construir enormes obras de infraestructura vial, pero muy poco o nada en favor de la aparición de espacios verdes en colonias que se cubren rápidamente de concreto.

Un apropiado diseño del espacio urbano es una potente herramienta para mejorar las relaciones sociales de las personas, para que se vuelvan lugares de encuentro y desarrollo físico y cognitivo, donde se suaviza el tejido social, hoy tristemente tensado.

Invertir en los espacios públicos más allá de calles y las plazas históricas, es invertir en un futuro más amable para todos los que poblamos las manchas urbanas del país. La ciudad de Oaxaca con sus más de 600 mil habitantes ha cruzado desde hace tiempo la línea que la separa de ser una pequeña y comprimida mancha urbana, a una metrópoli compleja.

Es necesario que esta lógica impacte en la urbe. Entender que no basta con atrios y plazas públicas y que es de gran importancia abrir lugar a las manchas verdes dentro del perímetro de la ciudad. Los muchos barrios que componen la urbe deben ser sujetos de intervención, diseño e inversión. Porque hacer una ciudad más suave que la superficie del concreto, es una forma de hacer igualmente flexible y tolerante nuestra sociedad.

Los árboles en la literatura

Los árboles en la literatura

Como seguramente te has dado cuenta, muchas obras de arte – pinturas, fotos, esculturas, música – están inspiradas en la naturaleza. En cuadros podemos ver bosques y montañas, por ejemplo. Hay compositores que se inspiraron en el mar o las tormentas para crear sinfonías. En la literatura también hay muchísimos ejemplos de árboles que son importantes en las historias que leemos.
Probablemente porque los árboles son fuente de vida, y algunos de ellos parecen ser tan antiguos como la Tierra misma (como el Árbol del Tule), es que podemos encontrar historias sobre árboles en todas las culturas del mundo. Árboles sabios, encantados, que prestan ayuda o dan refugio y alimento se pueden encontrar en la mitología griega, celta, maya y de los nativos americanos.
Los árboles también juegan un papel significativo en algunos cuentos de hadas de los Hermanos Grimm, Robin Hood y las obras de William Shakespeare, por nombrar solo unos pocos. Esto nos demuestra que no hay época en la historia de la humanidad en que no se les considere importantes.
Por ejemplo, en la Épica de Gilgamesh, la obra de literatura más antigua que se conoce (2700 años antes de nuestra era), el viaje del héroe comienza en un bosque de cedros y termina en otro bosque con árboles de otro mundo que en vez de fruta tienen joyas. Otro ejemplo antiguo lo podemos encontrar en la Biblia. Mientras Adán y Eva están en el Paraíso, Dios les prohíbe comer del Árbol del Bien y del Mal.
¿Cuál es tu árbol de cuento favorito?

Un jardín para las Azucenas

http://casadelaciudadoaxaca.blogspot.mx/

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