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Conferencia «Energías renovables. La revolución energética».

La Casa de la Ciudad será sede de la conferencia “Energías renovables. La revolución energética” impartida por el ingeniero Victor Martínez.

Ante la creciente demanda de energía por parte de las actividades productivas del ser humano en la actualidad, las energías renovables, como la solar, representan una alternativa viable y necesaria, para impulsar nuevas transformaciones en los sistemas de aprovechamiento energético de los recursos naturales, y propiciar un medio ambiente mejor. Para este fin, el ingeniero Victor Martínez impartirá la conferencia “Energías renovables. La revolución energética”, este viernes 24 de octubre a las 19:00 hrs en Casa de la Ciudad. La entrada será libre.

Victor Martínez es ingeniero electricista egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional y cuenta con formación técnica en sistemas fotovoltaicos en Alemania y Estados Unidos. Con siete años de trayectoria profesional, inició su experiencia en el sector fotovoltaico cuando realizaba su tesis y durante 4 años laboró en la empresa WCAP Energy, dedicada al desarrollo de proyectos de energías renovables y eficiencia energética en México, donde colaboró como jefe del departamento de energía solar fotovoltaica. Actualmente, es fundador de la empresa beSolar, dedicada a brindar servicios de ingeniería, suministro y construcción de sistemas fotovoltaicos para el sector residencial, comercial, industrial y gobierno.

 

Casa de la Ciudad

Modelos de transporte público

El cambio esperado

Hace tres días, el diario Imparcial, abrió su edición con la noticia de la puesta en marcha de un plan, que pretende modernizar la red de transporte público de la ciudad de Oaxaca. Incluye más de 20 municipios y cerca de 640 mil personas, según las previsiones más recientes del CONAPO.

Hasta este momento, el transporte público de la ciudad de Oaxaca, ha sido el resultado de una serie de fenómenos y acciones, que muchas veces, se encuentran muy alejados del sentido común y la innovación que la ciudad requiere. Los procesos que han dado origen al estado actual de las cosas son, en mucho, la suma de una necesidad emergente, la falta de alternativas laborales y el uso político y de grupo de la red de transporte, en prácticamente todas la ciudades del Estado.

Esto no puede seguir así. El actual modelo de transporte no funciona, ni siquiera para los actuales concesionarios de transporte, a los que solemos demonizar con mucha facilidad. Y cuando funciona normalmente, lo hace en favor de un muy reducido número de personas, que han hecho de este sector, un grupo de choque para intereses muy dudosos, que terminan afectando a toda la sociedad.

La crisis del sector transporte es real, muy real. El costo de operación de los sistemas de tráfico rodado es grande, y no hace otra cosa, que incrementar. Si a esta situación se le suma una inadecuada o inexistente planeación de rutas, y una mala operación de las mismas, el resultado es una serie de pérdidas constantes, que afectan, tanto al prestador del servicio, como al usuario, a quien mediante el incremento paulatino de las tarifas, termina finalmente, por cargarse el costo de toda la situación.

Lo que sabemos con exactitud hoy día, es que en la ciudad de Oaxaca y su área metropolitana, impactan todos los días cerca de 18 mil rondas de taxis colectivos, que trasladan entre 60 y 80 mil personas. También conocemos, que la red de autobuses de la ciudad viaja parcialmente desocupada la mayor parte del día, y que las rutas se empalman y sobreponen, generando un gran número de viajes de más.

Sabemos que el costo del transporte público está impactando la economía de las familias de manera muy fuerte, y que pese a lo que se diga, el subsidio a estudiantes y ancianos no llega a ser una parte representativa del costo de operación de los concesionarios. De igual forma, es de conocimiento público, que lo convulso de la situación social del Estado, se carga particularmente hacia los transportistas.

La realidad es que, la red de transporte opera en mal estado. A la mala planeación de rutas, se suma, que los conductores tienen largas jornadas de trabajo, el cobro sigue siendo la parte más débil del sistema, y las pérdidas, al mantener control humano en el dinero pagado por viaje, son incalculables. Si un grupo requiere la modernización del sistema, incluso más que los usuarios, son sin duda, los concesionarios del sector, que permanecen bajo las mismas prácticas dentro de un negocio, que se ha modernizado sin avisar.

El proyecto que ha desarrollado la SEVITRA, incluye e incita a los prestadores de servicios relacionados al transporte público, en todas sus modalidades, a modernizarse e integrarse a un proceso, que si se realiza de manera adecuada, todos ganan.

Los transportistas podrán reducir los gastos de operación, mediante la modernización de la flota, pero sobre todo, con el rediseño de rutas y la puesta en operación de la red de corredores troncales. El modelo de cobro se tecnificará, manteniéndose un mejor control del dinero recaudado. Igualmente, el ordenamiento del sistema de taxis y mototaxis, alrededor de los nuevos corredores, dará fluidez tanto al transporte público, como al privado.

A su vez, la modernización de las vialidades, para dar lugar a los corredores, podría cambiarle el rostro a una buena parte de la ciudad, incrementando el valor de las propiedades, y reduciendo los costos por congestión vehicular para públicos y privados. La sola puesta en marcha del plan, significa la creación de miles de empleos directos e indirectos, que traerían un respiro a una economía bajo gran presión, y sin muchas válvulas de escape.

El plan representa cambios en una sociedad particularmente adversa a los cambios, pero estamos tan distantes del estado de bienestar en esta materia, que la solución pasa necesariamente por cambiar. Albert Einstein, uno de los sabios de nuestro tiempo, tenía una frase terminante: “si no quieres obtener los mismos resultados, para de hacer las mismas cosas”. Es tiempo de un cambio y de unirnos a él.

 

@gustavo_madridv

Casa de la Ciudad

Ciudades Creativas

El diseñador Eduardo Barroso, fue invitado por el Centro de Diseño de Oaxaca para impartir la conferencia «Ciudades Creativas. Diseño urbano y territorial» en Casa de la Ciudad.

Para Eduardo Barroso el diseño significa capturar y procesar códigos culturales de forma creativa. Debe ser un proceso de proyectar, que logre una respuesta eficaz, innovadora, factible, sorprendente, y en casos,  emocional y placentera, para un problema existente en la frontera entre el hombre y su entorno físico. Para logarlo, el diseño debe tener un enfoque sistémico, holístico e integral, que permita contemplar primero la totalidad de la realidad, antes que los detalles, pudiendo descifrar así, las causas e interrelaciones existentes en aquello que nos rodea.

En los últimos años, la tendencia del “pensamiento de diseño” o “design thinking”, ha creado nuevas posibilidades de actuación y aplicación del diseño. En este sentido, destaca el diseñador brasileño, más allá de productos, mensajes y espacios, es posible diseñar cualquier cosa que exista en la relación entre el hombre y su entorno, incluyendo la forma en la que ocupa y desarrolla sus ciudades y el territorio.

Barroso afirma, que las principales ciudades no deben su desarrollo a la forma en la que han sido proyectadas, sino a las oportunidades que ofrecen, sobre todo en la mente de las personas. Esta condición hace a las ciudades complejas y con nuevos retos para su diseño. La descentralización, la movilidad urbana, la generación de productos y servicios de interés colectivo, vinculados con la cultura y las características regionales, la conectividad interna y externa, y finalmente la búsqueda de respuestas para las demandas de los residentes y visitantes, son parte de estos desafíos.

Para el diseñador sudamericano, el diseño debe contribuir a las siguientes acciones:

– Rescatar los elementos de identificación emocional  de la población con su ciudad.
– Proponer acciones capaces de estimular los cambios necesarios (acupuntura urbana).
– Proyectar equipamientos urbanos y espacios de uso colectivo más adecuados e integrados al paisaje urbano, estimulando la convivencia entre las personas.
– Proyectar sistemas de información eficaces, correctamente posicionados, orientando la circulación de personas y autos con seguridad.

Finalmente, Barroso plantea una serie de condiciones necesarias para llevar a cabo el diseño urbano:

– Un proceso de planeación urbana estratégica, prospectiva, participativa y representativa con metas (corto, mediano y largo    plazo), más allá de un calendario político.
– Una política urbana que contemple las demandas y cualidades existentes, inventando y fijando talentos.
– La creación de asociaciones y consejos, actuantes y proactivos, con la participación de expertos de las áreas de ciencias sociales, humanas y tecnológicas.

Casa de la Ciudad

Modelos de transporte público

El cambio esperado

Antier, este mismo diario, abrió su edición con la noticia de la puesta en marcha de un plan, que pretende modernizar la red de transporte público de la ciudad de Oaxaca. Incluye más de 20 municipios y cerca de 640 mil personas, según las previsiones más recientes del CONAPO.

Hasta este momento, el transporte público de la ciudad de Oaxaca, ha sido el resultado de una serie de fenómenos y acciones, que muchas veces, se encuentran muy alejados del sentido común y la innovación que la ciudad requiere. Los procesos que han dado origen al estado actual de las cosas son, en mucho, la suma de una necesidad emergente, la falta de alternativas laborales y el uso político y de grupo de la red de transporte, en prácticamente todas la ciudades del Estado.

Esto no puede seguir así. El actual modelo de transporte no funciona, ni siquiera para los actuales concesionarios de transporte, a los que solemos demonizar con mucha facilidad. Y cuando funciona normalmente, lo hace en favor de un muy reducido número de personas, que han hecho de este sector, un grupo de choque para intereses muy dudosos, que terminan afectando a toda la sociedad.

La crisis del sector transporte es real, muy real. El costo de operación de los sistemas de tráfico rodado es grande, y no hace otra cosa, que incrementar. Si a esta situación se le suma una inadecuada o inexistente planeación de rutas, y una mala operación de las mismas, el resultado es una serie de pérdidas constantes, que afectan, tanto al prestador del servicio, como al usuario, a quien mediante el incremento paulatino de las tarifas, termina finalmente, por cargarse el costo de toda la situación.

Lo que sabemos con exactitud hoy día, es que en la ciudad de Oaxaca y su área metropolitana, impactan todos los días cerca de 18 mil rondas de taxis colectivos, que trasladan entre 60 y 80 mil personas. También conocemos, que la red de autobuses de la ciudad viaja parcialmente desocupada la mayor parte del día, y que las rutas se empalman y sobreponen, generando un gran número de viajes de más.

Sabemos que el costo del transporte público está impactando la economía de las familias de manera muy fuerte, y que pese a lo que se diga, el subsidio a estudiantes y ancianos no llega a ser una parte representativa del costo de operación de los concesionarios. De igual forma, es de conocimiento público, que lo convulso de la situación social del Estado, se carga particularmente hacia los transportistas.

La realidad es que, la red de transporte opera en mal estado. A la mala planeación de rutas, se suma, que los conductores tienen largas jornadas de trabajo, el cobro sigue siendo la parte más débil del sistema, y las pérdidas, al mantener control humano en el dinero pagado por viaje, son incalculables. Si un grupo requiere la modernización del sistema, incluso más que los usuarios, son sin duda, los concesionarios del sector, que permanecen bajo las mismas prácticas dentro de un negocio, que se ha modernizado sin avisar.

El proyecto que ha desarrollado la SEVITRA, incluye e incita a los prestadores de servicios relacionados al transporte público, en todas sus modalidades, a modernizarse e integrarse a un proceso, que si se realiza de manera adecuada, todos ganan.

Los transportistas podrán reducir los gastos de operación, mediante la modernización de la flota, pero sobre todo, con el rediseño de rutas y la puesta en operación de la red de corredores troncales. El modelo de cobro se tecnificará, manteniéndose un mejor control del dinero recaudado. Igualmente, el ordenamiento del sistema de taxis y mototaxis, alrededor de los nuevos corredores, dará fluidez tanto al transporte público, como al privado.

A su vez, la modernización de las vialidades, para dar lugar a los corredores, podría cambiarle el rostro a una buena parte de la ciudad, incrementando el valor de las propiedades, y reduciendo los costos por congestión vehicular para públicos y privados. La sola puesta en marcha del plan, significa la creación de miles de empleos directos e indirectos, que traerían un respiro a una economía bajo gran presión, y sin muchas válvulas de escape.

El plan representa cambios en una sociedad particularmente adversa a los cambios, pero estamos tan distantes del estado de bienestar en esta materia, que la solución pasa necesariamente por cambiar. Albert Einstein, uno de los sabios de nuestro tiempo, tenía una frase terminante: “si no quieres obtener los mismos resultados, para de hacer las mismas cosas”. Es tiempo de un cambio y de unirnos a él.

@gustavo_madridv

 

Casa de la Ciudad