Modelos de transporte público

Modelos de transporte público

El cambio esperado

Hace tres días, el diario Imparcial, abrió su edición con la noticia de la puesta en marcha de un plan, que pretende modernizar la red de transporte público de la ciudad de Oaxaca. Incluye más de 20 municipios y cerca de 640 mil personas, según las previsiones más recientes del CONAPO.

Hasta este momento, el transporte público de la ciudad de Oaxaca, ha sido el resultado de una serie de fenómenos y acciones, que muchas veces, se encuentran muy alejados del sentido común y la innovación que la ciudad requiere. Los procesos que han dado origen al estado actual de las cosas son, en mucho, la suma de una necesidad emergente, la falta de alternativas laborales y el uso político y de grupo de la red de transporte, en prácticamente todas la ciudades del Estado.

Esto no puede seguir así. El actual modelo de transporte no funciona, ni siquiera para los actuales concesionarios de transporte, a los que solemos demonizar con mucha facilidad. Y cuando funciona normalmente, lo hace en favor de un muy reducido número de personas, que han hecho de este sector, un grupo de choque para intereses muy dudosos, que terminan afectando a toda la sociedad.

La crisis del sector transporte es real, muy real. El costo de operación de los sistemas de tráfico rodado es grande, y no hace otra cosa, que incrementar. Si a esta situación se le suma una inadecuada o inexistente planeación de rutas, y una mala operación de las mismas, el resultado es una serie de pérdidas constantes, que afectan, tanto al prestador del servicio, como al usuario, a quien mediante el incremento paulatino de las tarifas, termina finalmente, por cargarse el costo de toda la situación.

Lo que sabemos con exactitud hoy día, es que en la ciudad de Oaxaca y su área metropolitana, impactan todos los días cerca de 18 mil rondas de taxis colectivos, que trasladan entre 60 y 80 mil personas. También conocemos, que la red de autobuses de la ciudad viaja parcialmente desocupada la mayor parte del día, y que las rutas se empalman y sobreponen, generando un gran número de viajes de más.

Sabemos que el costo del transporte público está impactando la economía de las familias de manera muy fuerte, y que pese a lo que se diga, el subsidio a estudiantes y ancianos no llega a ser una parte representativa del costo de operación de los concesionarios. De igual forma, es de conocimiento público, que lo convulso de la situación social del Estado, se carga particularmente hacia los transportistas.

La realidad es que, la red de transporte opera en mal estado. A la mala planeación de rutas, se suma, que los conductores tienen largas jornadas de trabajo, el cobro sigue siendo la parte más débil del sistema, y las pérdidas, al mantener control humano en el dinero pagado por viaje, son incalculables. Si un grupo requiere la modernización del sistema, incluso más que los usuarios, son sin duda, los concesionarios del sector, que permanecen bajo las mismas prácticas dentro de un negocio, que se ha modernizado sin avisar.

El proyecto que ha desarrollado la SEVITRA, incluye e incita a los prestadores de servicios relacionados al transporte público, en todas sus modalidades, a modernizarse e integrarse a un proceso, que si se realiza de manera adecuada, todos ganan.

Los transportistas podrán reducir los gastos de operación, mediante la modernización de la flota, pero sobre todo, con el rediseño de rutas y la puesta en operación de la red de corredores troncales. El modelo de cobro se tecnificará, manteniéndose un mejor control del dinero recaudado. Igualmente, el ordenamiento del sistema de taxis y mototaxis, alrededor de los nuevos corredores, dará fluidez tanto al transporte público, como al privado.

A su vez, la modernización de las vialidades, para dar lugar a los corredores, podría cambiarle el rostro a una buena parte de la ciudad, incrementando el valor de las propiedades, y reduciendo los costos por congestión vehicular para públicos y privados. La sola puesta en marcha del plan, significa la creación de miles de empleos directos e indirectos, que traerían un respiro a una economía bajo gran presión, y sin muchas válvulas de escape.

El plan representa cambios en una sociedad particularmente adversa a los cambios, pero estamos tan distantes del estado de bienestar en esta materia, que la solución pasa necesariamente por cambiar. Albert Einstein, uno de los sabios de nuestro tiempo, tenía una frase terminante: “si no quieres obtener los mismos resultados, para de hacer las mismas cosas”. Es tiempo de un cambio y de unirnos a él.

 

@gustavo_madridv

Casa de la Ciudad