Archivo anual enero 14, 2013

La historia de los jardines

La historia de los jardines

Seguramente muchas veces has jugando en algún jardín, ya sea en tu casa, de tus vecinos o amigos o de tus abuelitos. Pero, ¿alguna vez has pensado desde hace cuánto tiempo los humanos tenemos jardines?
Los primeros jardines tenían un fin práctico, serían para proveer alimentos. Conforme nuestras sociedades se fueron haciendo más complejas, las clases altas comenzaron a tener jardines decorativos para disfrutar de ellos.
Los antiguos egipcios, por ejemplo, disfrutaban de la sombra de palmeras y árboles de nueces y granada. También les gustaba sembrar rosas e irises y por lo general tenían estanques con peces.
Por otra parte, los jardines colgantes de Babilonia eran considerados como una de las siete maravillas del mundo antiguo (¿conoces las otras seis?). Se dice que los construyó el rey Nabucodonosor II, quien reinó entre los años 605 y 562 antes de nuestra era, para complacer a su esposa que extrañaba las plantas de su lugar de origen.
Cuando los romanos conquistaron Egipto, tomaron muchas de sus ideas sobre la jardinería. Los romanos de las clases altas tenían grandes jardines en sus palacios y casas de campo, los cuales decoraban con esculturas. En las ciudades construían sus villas alrededor de un patio central, que por lo general contaba con una fuente y camas de flores y plantas de olor.
Como puedes ver, los humanos siempre han sentido la necesidad de estar cerca de la naturaleza. ¿Cuál es tu jardín favorito?

El 2013 es el Año de Áreas Verdes en Casa de la Ciudad

El 2013 es el Año de Áreas Verdes en Casa de la Ciudad

¡Año nuevo, proyectos nuevos! El año pasado hablamos sobre el agua y como cuidarla. Este año tenemos un tema nuevo que también muy importante para nuestra ciudad y todos los que vivimos en ella. Durante el 2013 vamos a hablar de áreas verdes. ¿Y qué es un área verde? Puede ser un jardín público o privado, un parque, un huerto, un patio con muchas plantas, en fin, cualquier lugar donde haya vida.
Las áreas verdes dentro de una ciudad son muy importantes porque los árboles y plantas producen oxígeno que necesitamos para respirar. ¿Te has fijado como el aire se siente más puro y fresco en los lugares donde hay plantas? El proceso que usan las plantas para producir oxígeno y azúcar, que es el alimento de la planta, mediante la luz del sol, agua, minerales y el bióxido de carbono que se encuentra en el ambiente se llama fotosíntesis.
La fotosíntesis nos ayuda a contrarrestar la contaminación que hay en las ciudades que es producto de los autos y las fábricas, entre otras cosas. Entre más plantas y árboles haya en la ciudad, más limpio y fresco será el aire que respiramos. Además, tendremos más sombra que nos proteja del sol y habrá más pájaros y otros animales porque tendrán lugares donde vivir.
¿No te gustaría que Oaxaca siga siendo la Verde Antequera?

*En Casa de la Ciudad queremos que nos digas cómo te gustaría que fueran los parques en Oaxaca. A los primeros 10 que nos traigan su dibujo, les vamos a dar un regalo sorpresa. Nuestras oficinas están en Porfirio Díaz 115, esquina con Morelos en el Centro en el segundo piso. Pueden traer sus dibujos de lunes a viernes de 9 de la mañana a 2 de la tarde o de 5 a 7 de la tarde.

Cierra el año

Cierra el año
Que hay de frente en la ciudad

Otro año se acaba y parece que apenas podemos notar algún cambio en la vida de nuestra ciudad capital y su área de influencia. Seguiremos enfrentando problemas y conflictos bien conocidos, muchos de los cuales llevamos tiempo intentando resolver, sin apenas conseguir avances. Sin embargo, este año que arranca es, como siempre, una nueva oportunidad.

Pero nuestra ciudad, donde tenemos nuestra casa y en la cual convivimos diariamente, enfrenta un reto que pese a la importancia de todos los otros es preponderante. La ciudad de Oaxaca requiere entrar en un profundo proceso de modernización y cambio que la lleve allí donde ninguna otra ciudad del sureste mexicano ha sido capaz de llegar, a la vanguardia.

No deberíamos dudar de esta posibilidad, ni cuestionarla mucho. Esta urbe ya fue por mucho tiempo, y en varias etapas de la historia, una referencia para el resto. Por lo que pensar que puede recuperar posiciones y transformarse de nuevo en la ciudad luminosa y vibrante que fue hasta finales del siglo XIX, no es una locura.

Si revisamos su proceso histórico encontraremos dos constantes que facilitaron dicho tiempo. El aprovechamiento de la posición geográfica de la ciudad en un contexto territorial amplio y la llegada de nuevas tecnologías que permitieron mejorar la explotación de los recursos naturales y humanos con que cuenta la región. Lo anterior derivó en la construcción de una sociedad pujante y muy adelantada, aunque un tanto desequilibrada.

Por desgracia esta ciudad atraviesa hoy un momento complejo, lo cual no demerita en nada su belleza implícita ni su interés como conglomerado humano y objeto de estudio.

Aunque los números son duros, somos una urbe donde sólo una de cada cinco personas trabaja dentro del sistema formal de empleo. Oaxaca es la ciudad 28 de 32 capitales en cuanto a productividad. Reúne una gran cantidad de gente, pero carece de infraestructuras y servicios. Se ha expandido por más de 150 km2 sobre el territorio, pero las redes técnicas que la hacen funcionar son débiles y anticuadas. Y si habláramos del sistema de transporte público entraríamos en shock.

Esto sin embargo, no es una condena absoluta. Está en manos de quienes habitamos esta urbe conseguir su transformación para apuntalarla como el eje del futuro desarrollo de todo el estado. En un mundo donde la economía, la sociedad y los grandes cambios que estas atraviesan se gestan en las ciudades, es indispensable entender que son la pieza clave hacia la gestión del futuro.

Por lo que las decisiones que se toman sobre su transformación y actualización deberían partir de esta base. Cada cambio debe asumir la responsabilidad que engloba el papel de las ciudades en el aspecto global contemporáneo.

Por eso, es que resulta indispensable mover las piezas clave con las que nuestra ciudad cuenta en el sentido correcto. Hay que aprovechar la posición geográfica para potenciar un sistema logístico de distribución de productos, servicios e información hacia el sur del país. Iniciar un cambio hacia la construcción de una red de comunicaciones que refleje la realidad de la sociedad contemporánea, donde la información circule en tiempo real permitiendo ajustar nuestros sistemas.

Habría que entender la importancia de las redes técnicas en las urbes desde siempre, pero con una gran relevancia en la actualidad, cuando los conglomerados han adoptado formas dispersas y las personas y su economía se distribuyen sobre el territorio. Hay que aprender a aprovechar todo lo que el medio inmediato ofrece, reciclar agua en casa y empresas, producir nuestra propia electricidad y hasta parte de nuestra comida. Esto puede sonar a ilusiones futuristas, pero ya pasa en muchos lugares, ¿por qué no aquí?

Pero ante todo, hay que comprender que las ciudades deben estar abiertas a procesos de transformación e innovación. Suponer que podemos seguir aplicando las mismas fórmulas que se han repetido una y otra vez sin ser adaptadas al entorno que las recibe es condenarlas al fracaso.

Hoy en día, la ciudad es un ambiente extraordinario, un lugar lleno de posibilidades donde se puede revolucionar la vida de cientos de miles de personas, dentro y fuera de ella. Es por esta y otras razones que escapan nuestro campo de trabajo, que creemos que cada etapa que abre una fresca y nueva oportunidad de crear un ciudad distinta, moderna, de avanzada.