Composta
¿Sabías que casi la mitad de la basura que tiras son desechos orgánicos? ¿Y que si los procesas podrías obtener el mejor fertilizante para tus plantas?
A lo mejor conoces una versión muy simple de la composta. Si tienes un jardín en casa, seguramente hay una pila por ahí donde juntas las hojas secas. Con el paso del tiempo, se van descomponiendo y lo que queda lo puedes esparcir por el jardín como un fertilizante.
Pero no sólo las hojas secas sirven para hacer composta. Todos los desechos orgánicos de la cocina y el jardín, papel, cabellos, restos de café y té, sirven para producir un fertilizante de gran calidad para tu huerto o jardín.
Para hacer una composta se requieren cuatro ingredientes: carbón para proporcionar energía (hojas secas, bolsas de papel y cartón), nitrógeno (restos de cocina o desechos del jardín que todavía están verdes) para que puedan crecer y reproducirse los organismos que oxidan el carbón, oxígeno para el proceso de descomposición y agua para mantener la actividad.
Además, al hacer composta en casa ayudas a reducir los gases invernadero que ocasionan el calentamiento global. Y si separas y reciclas los desechos de tu casa y además haces composta, vas a ver cómo quedan muy pocas cosas que tirar a la basura. Otra forma más de cuidar el medio ambiente.