Ciudades Creativas
El diseñador Eduardo Barroso, fue invitado por el Centro de Diseño de Oaxaca para impartir la conferencia «Ciudades Creativas. Diseño urbano y territorial» en Casa de la Ciudad.
Para Eduardo Barroso el diseño significa capturar y procesar códigos culturales de forma creativa. Debe ser un proceso de proyectar, que logre una respuesta eficaz, innovadora, factible, sorprendente, y en casos, emocional y placentera, para un problema existente en la frontera entre el hombre y su entorno físico. Para logarlo, el diseño debe tener un enfoque sistémico, holístico e integral, que permita contemplar primero la totalidad de la realidad, antes que los detalles, pudiendo descifrar así, las causas e interrelaciones existentes en aquello que nos rodea.
En los últimos años, la tendencia del “pensamiento de diseño” o “design thinking”, ha creado nuevas posibilidades de actuación y aplicación del diseño. En este sentido, destaca el diseñador brasileño, más allá de productos, mensajes y espacios, es posible diseñar cualquier cosa que exista en la relación entre el hombre y su entorno, incluyendo la forma en la que ocupa y desarrolla sus ciudades y el territorio.
Barroso afirma, que las principales ciudades no deben su desarrollo a la forma en la que han sido proyectadas, sino a las oportunidades que ofrecen, sobre todo en la mente de las personas. Esta condición hace a las ciudades complejas y con nuevos retos para su diseño. La descentralización, la movilidad urbana, la generación de productos y servicios de interés colectivo, vinculados con la cultura y las características regionales, la conectividad interna y externa, y finalmente la búsqueda de respuestas para las demandas de los residentes y visitantes, son parte de estos desafíos.
Para el diseñador sudamericano, el diseño debe contribuir a las siguientes acciones:
– Rescatar los elementos de identificación emocional de la población con su ciudad.
– Proponer acciones capaces de estimular los cambios necesarios (acupuntura urbana).
– Proyectar equipamientos urbanos y espacios de uso colectivo más adecuados e integrados al paisaje urbano, estimulando la convivencia entre las personas.
– Proyectar sistemas de información eficaces, correctamente posicionados, orientando la circulación de personas y autos con seguridad.
Finalmente, Barroso plantea una serie de condiciones necesarias para llevar a cabo el diseño urbano:
– Un proceso de planeación urbana estratégica, prospectiva, participativa y representativa con metas (corto, mediano y largo plazo), más allá de un calendario político.
– Una política urbana que contemple las demandas y cualidades existentes, inventando y fijando talentos.
– La creación de asociaciones y consejos, actuantes y proactivos, con la participación de expertos de las áreas de ciencias sociales, humanas y tecnológicas.