¡La Ciudad es la Casa de todos…!

Patrones sociales en los proyectos urbanos

“(…) La gente construye la casa para vivir en ella y la gente funda la ciudad para salir de la casa y encontrarse con otros que también han salido de la suya” Ortega y Gasset

 

Entre formas, sombras, sonidos y colores la ciudad se construye

Cuando recorres la ciudad te das cuenta de los elementos que la componen, por ejemplo: edificios, calles, señalamientos, inmuebles, vehículos y personas; siento este último elemento, la pieza clave para la preservación, conservación y mantenimiento de la ciudad, ya que las personas son los beneficiarias y actores principales al momento de modificar el entorno que habitan.

Los diversos programas que planea, diseña y dirige la Casa de la Ciudad están enfocados en mejorar la calidad de vida de de quienes habitan la ciudad. Cada espacio en el que las personas puedan socializar y desarrollarse debe ser considerado un catalizador potencial del tejido social y, por ende, tomado en cuenta para su estudio y reactivación.

El espacio público es un sitio de encuentro, convivencia y recreación entre la población. Cuando se piensa en la comunidad se percibe la importancia que tienen para las relaciones socioculturales, además de fungir como un símbolo de identidad entre los ciudadanos. Hemos caminado por la ciudad de Oaxaca incontables veces, percibiendo las necesidades y los cambios que han tenido sus espacios públicos. Hablando como habitantes de la ciudad, los deseos de convivir en un lugar seguro, limpio, bien diseñado y recreativo son básicos para desarrollarse de forma sana, equilibrada, inclusiva y equitativamente. 

A través de los años, el espacio público ha sido el sitio por excelencia que “brinda el derecho de asociación, reunión, manifestación y uso democrático del espacio urbano” (Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad). Es el recipiente multifacético donde se depositan todas las acciones políticas y sociales que generan identidad en una comunidad. Las acciones y/o manifestaciones en el espacio pueden variar desde protestas explosivas hasta intervenciones artísticas. La importancia de este elemento público se ve reflejada en la capacidad que tiene para modificar la dinámica urbana de un sitio e incluso de todo un barrio completo.

Alrededor del mundo existen numerosos ejemplos de barrios influenciados y modificados a través del arte como lo son: el distrito grafiti de Bogotá, Colombia, donde una zona industrial se transformó en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad; o el Vitry-sur-Seine en París, Francia con sus calles y callejones artísticos; y por qué no mencionar también al barrio Winwood en Miami, EE:UU, donde artistas de todo tipo exponen sus obras en lo que podríamos denominar una “Galería de arte pública”. En México existen analogías fascinantes como el distrito de arte Doctores de la CDMX y barrios en Oaxaca que, a través del arte urbano, muestran una suerte de identidad; como el barrio de Jalatlaco y Xochimilco.

La controversia entre el beneficio-perjuicio visual y urbano siempre existirá en este tipo de manifestaciones de arte en lo público, sin embargo de algo se puede estar seguro, después de intervenir un barrio de esta manera, su significado histórico produce una identidad social que conllevará a un cambio de imagen urbana con una cohesión social más estrecha, haciendo de un grupo de personas que no tienen algún vínculo; una comunidad, una familia. En la Casa de la Ciudad siempre estaremos del lado de cualquier tipo de acciones que generen comunidad, porque éstas mejorarán la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.

Escribieron: Víctor Mendoza y Mariano Espinoza

Porfirio Díaz 115, Esqu. Morelos. Centro Histórico. C.P. 68000. Oaxaca, Oax.

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