Con la tierra hemos construido infinidad de cosas: cuando tienes tierra, y la combinas con el agua, se convierte en lodo; cuando lo expones al sol, se convierte en barro o adobe; y cuando la expones a altas temperaturas de fuego, se convierte en ladrillo. Así hemos construido nuestro patrimonio en Tehuantepec. De esto surge la identidad, porque también habla de nuestras raíces, no solamente desde la colonización, también desde la historia del pueblo zapoteca. Porque la tierra es ese elemento principal que nos unifica. El patrimonio es aquello que nos da pertenencia, nos habla de lo que somos, del legado que heredamos; que para preservarlo requiere tener consciencia y visión, pero también ser tomado como una misión de vida.
Tehuantepec es una ciudad patrimonial, una ciudad que tiene un legado artístico y arquitectónico impresionante, con gestos técnicos que hacen sentir orgullosa a toda persona oriunda de la ciudad zapoteca más antigua del Istmo.
Esta exposición es una serie de obras pictóricas, al óleo, de paisajes de monumentos antiguos, callejones, y casas tradicionales de tejavana y adobe. Son trazos espontáneos con un toque introspectivo y espiritual que buscan transmitir e inspirar ese profundo sentimiento de valor y respeto hacia una de las ciudades antiguas más importantes de Oaxaca y México: Tehuantepec.